
El día 2 de diciembre de 2021 se adoptó oficialmente el acuerdo sobre la reforma de la Política Agraria Común (PAC), esta nueva legislación se ha comenzado a aplicar a partir del 1 de enero de 2023. Esta PAC actual es una herramienta fundamental para alcanzar los objetivos de la Estrategia de la Granja a la Mesa y la estrategia sobre Biodiversidad, ambos pilares fundamentales del Pacto Verde Europeo cuyo objetivo es transformar la UE en una economía moderna, competitiva y eficiente en el uso de recursos.
Una parte importante de las ayudas que podemos conseguir en esta nueva PAC pasa por el cumplimiento de unas normas de las que todos hemos oído hablar e incluso hemos planificado ya la siembra de nuestra explotación en base a su cumplimiento, estas normas se han dado en llamar Eco Regímenes.
Dentro de este galimatías en el que se ha convertido la nueva PAC y el cumplimiento de estos Eco Regímenes, aparece un cultivo por encima de todos que encaja perfectamente en todas estas estrategias de la Granja a la Mesa, Biodiversidad y Plan Proteico englobadas en el Pacto Verde Europeo: la alfalfa. Un cultivo de sobra conocido por todos, pero cuyas ventajas no paran de crecer.
Sembrando alfalfa no sólo tenemos las importantes ventajas agronómicas de sobra conocidas y que recordaremos más adelante, sino que obtendremos una importante rentabilidad en nuestras tierras y además nos facilitará el cumplimiento de estos Eco Regímenes consiguiendo más ingresos por PAC en nuestra explotación.
Son dos los Eco Regímenes que mejor se pueden adaptar a nuestras explotaciones, además de ser los dos con mayor dotación presupuestaria:
- La rotación con especies mejorantes
- La siembra directa
Veamos los requisitos fundamentales para cumplir con ambos y las ventajas de la alfalfa en ellos:
1.- Rotación con especies mejorantes. Dos requisitos fundamentales:
a) Que, al menos, el 50 % de la superficie de cultivo correspondiente presente cada año un cultivo diferente al cultivo previo, pero este porcentaje se reducirá al 25 % si en nuestra explotación tenemos un 25 % de la superficie con cultivos plurianuales. En este caso, si en nuestra explotación tenemos un 25 % de alfalfa ya sembrada, este requisito es mucho más fácil de cumplir y además estamos cumpliendo el siguiente.
b) Que, como mínimo, el 10 % de tierra de cultivo correspondiente esté ocupada por especies mejorantes, de las cuales las leguminosas deben representar, al menos, una superficie equivalente al 5 % de la superficie acogida a esta práctica.
Vuelve a aparecer la alfalfa porque, en primer lugar, es una leguminosa y cumplimos con el 5 % y, en segundo lugar, de todos los cultivos considerados como mejorantes es sin duda el de mayor beneficio para nuestras explotaciones, por tanto, deberíamos tratar de cumplir ese 10 % de cultivos mejorantes con alfalfa. Además, al ser un cultivo plurianual nos permite, sembrando una sola vez, cumplir este requisito todos los años que esta nueva PAC estará en vigor evitando así las locuras de pagar barbaridades cada año por semillas de otros cultivos mejorantes como ha pasado hace unos meses.
2.- Siembra directa. Tres requisitos fundamentales:
a) No realizar labores de arado en el suelo.
b) Sembrar directamente sobre los rastrojos y mantener estos sobre el terreno.
c) Llevar a cabo una rotación de cultivos en la superficie que se realiza la siembra directa, exceptuando las superficies con especies plurianuales. En este último punto, la alfalfa también nos ayuda a cumplir este Eco Régimen, toda la superficie que tengamos de alfalfa no hay que rotarla, por lo que ese porcentaje del 40 % de superficie rotada supondrá menos hectáreas que rotar y será más fácil de cumplir, y además la ayuda la cobraremos no sólo por las hectáreas rotadas, sino también por todas las de alfalfa que no rotaremos y en las cuales no tendremos gastos de siembra.
Otro capítulo a tener en cuenta es la ayuda asociada a la producción de proteínas de origen vegetal o Plan Proteico. Se concederá una ayuda asociada por superficie a los cultivadores que produzcan determinados cultivos proteicos. La alfalfa es uno de estos cultivos, y además vuelve a ser el más rentable de todos los posibles.
Esta ayuda ya estaba en la alfalfa de secano, pero a partir de este año también se puede solicitar en la de regadío, aunque en este caso existe la obligación de que esta alfalfa se consuma dentro de la UE. Para asegurarse de eso, hay varias fórmulas y la más sencilla para los socios de Agropal es disponer de un contrato de suministro con una empresa deshidratadora de la UE, en este caso tu cooperativa.
Hasta aquí las ventajas de la alfalfa para la nueva PAC, pero como hemos comentado al principio tiene muchas ventajas agronómicas que son ya conocidas pero que no debemos olvidar.
Las principales ventajas agronómicas de la alfalfa son:
- Fija nitrógeno atmosférico, aporta nitrógeno y materia orgánica de forma sostenible. Tengamos en cuenta que, tras la última revisión de la Junta de Castilla y León, buena parte de nuestro territorio productivo ha pasado a estar dentro de la denominada zona vulnerable de nitratos. Esto supone que los aportes nitrogenados están limitados. Por tanto, nos limitan la productividad de nuestros cultivos, pero no así en el caso de la alfalfa, ya que fija nitrógeno atmosférico por sí misma.
- Reduce los costes de abonado.
- Fundamental en la rotación, mayor producción y menos presión de plagas y enfermedades en los siguientes cultivos.
- Cultivo con pocos gastos. Al ser un cultivo plurianual reduce los costes de implantación. Tiene menos gastos en fertilizantes, herbicidas e insecticidas que otros cultivos a igualdad de rendimiento.
- Nos permite distribuir labores en el tiempo. Cultivo de fácil manejo y altamente mecanizado.
- Mejora la estructura de los suelos, reduce su erosión y aumenta su fertilidad.
- Fija CO2, contribuye a la mejora de la biodiversidad y es beneficioso para el ecosistema.
Tanto por la facilidad para cumplir con los Eco Regímenes como por ventajas agronómicas y rentabilidad, la alfalfa es imprescindible en una buena rotación de nuestras explotaciones.