El abonado nitrogenado es una práctica agronómica esencial para mejorar la producción y la calidad de los cereales de invierno, como el trigo, la cebada o la avena. Consiste en aplicar una dosis de fertilizante nitrogenado en el momento en que el cultivo tiene mayor demanda de este nutriente, que suele coincidir con el inicio del ahijado, es decir, en el momento de la formación de tallos secundarios a partir de las yemas axilares de la planta.

El objetivo del abonado nitrogenado en cobertera es proporcionar al cereal el nitrógeno necesario para favorecer el desarrollo vegetativo, el encañado, el espigado y la formación de granos.

A la hora de realizar este abonado nitrogenado en cobertera se nos presenta algunas dudas, como la elección de la dosis, el momento y la fuente de nitrógeno más adecuados, la eficiencia y la eficacia de la aplicación, el impacto ambiental y económico de la fertilización y la adaptación a las condiciones edafoclimáticas de cada zona.

Dosis de nitrógeno:

La dosis de nitrógeno que se debe aplicar en cobertera depende de varios factores, como la especie y la variedad del cereal, el rendimiento esperado, el estado del cultivo, el contenido de nitrógeno del suelo, el tipo y la cantidad de abonado de fondo.

En general, se recomienda aplicar entre 25 y 30 kg (UF) de nitrógeno por tonelada de grano producida. Una dosis insuficiente puede limitar el crecimiento y la producción del cereal, mientras que una dosis excesiva puede provocar un retraso en la maduración, una disminución de la calidad del grano y una mayor susceptibilidad a enfermedades, así como mayor riesgo de asurado de nuestro cultivo.

Para ajustar la dosis de nitrógeno, se pueden utilizar diferentes métodos, como el análisis de suelo, el análisis foliar, el balance de nitrógeno, el índice de clorofila o el índice de área foliar, entre otros. Estos métodos permiten estimar el contenido de nitrógeno disponible en el suelo y en la planta, y así determinar la cantidad de nitrógeno que se debe aportar para cubrir la demanda del cultivo.

Momento de aplicación:

El momento de aplicación del abonado nitrogenado en cobertera también es un factor clave para optimizar la eficiencia y la eficacia de la fertilización. Se debe elegir el momento en que el cultivo tiene mayor demanda de nitrógeno y mayor capacidad de absorción, lo que suele coincidir con el inicio del ahijado, que se produce entre los estados fenológicos BBCH 21 y 25, es decir, cuando la planta tiene entre una y cinco hojas desarrolladas.

Aplicar el nitrógeno después del ahijado puede ser ineficaz, ya que el cultivo ya ha determinado el número de tallos y de espigas potenciales, y puede no responder al aporte de nitrógeno con un aumento del rendimiento o de la calidad. Y si lo aplicamos muy pronto puede pasar que no tengamos nitrógeno disponible al final del ciclo con lo que también estaríamos influyendo negativamente sobre la producción.

Formas de nitrógeno:

Las formas de nitrógeno que se usan en el abonado nitrogenado de cobertera depende de la forma química del nitrógeno, que puede ser nítrica, amoniacal o ureica, o una combinación de ellas, así como las formas inhibidas del nitrógeno amoniacal y ureico. Cada forma de nitrógeno tiene ventajas e inconvenientes, según la velocidad de asimilación, la movilidad en el suelo, la sensibilidad a las pérdidas y la influencia en el pH del suelo.

Desde Agropal hemos desarrollado el nitrato completo 26, un nitrogenado que contiene nitrógeno nítrico, amoniacal, amoniacal inhibido y azufre, todos ellos provenientes de varias fuentes para que la nutrición de nuestros cereales sea gradual y progresiva durante todo el ciclo de cultivo.

Este es un nitrogenado exclusivo que logrará abarcar todo el ciclo de tu cultivo de cereal, no perdiendo producción por no tener nitrógeno suficiente en el ahijado y tampoco por no tener nitrógeno al final del ciclo.

Maximizar la eficiencia de las unidades nitrogenadas aportadas es nuestro reto y que nuestros socios obtengan las mejores cosechas y los mayores beneficios, nuestra satisfacción.