Ya hemos hablado en anteriores boletines de Agropal de las necesidades que tiene el cultivo de alfalfa de nutrientes principales y secundarios, pero hoy os queremos contar qué otros microelementos, que aunque en muy pequeñas cantidades, son también necesarios para maximizar la producción y mejorar la calidad de nuestras alfalfas.

Si no se encuentran esas cantidades disponibles para el cultivo en el suelo, la producción se verá perjudicada; recordemos la ley del mínimo. Para evitar esto, contamos con abonos foliares de rápida absorción que pueden cubrir esas necesidades y así lograr una fertilización óptima de nuestro cultivo.

Estos microelementos son: zinc, manganeso, cobre y molibdeno.

El zinc es un microelemento que afecta positivamente a muchos de los cultivos que sembramos en la actualidad. En la alfalfa su presencia en el suelo mejora la respuesta del cultivo tanto a la falta de humedad en el suelo como a un exceso de esta.

Las plantas que crecieron con un suministro adecuado de zinc tuvieron una mejora significativa del área foliar, una alta relación de hojas con respecto al tallo, mayor producción de biomasa de brotes y raíces, y con mayor concentración de zinc en hojas. En cambio, en la situación de baja disponibilidad de zinc, si sometemos a las plantas a estrés hídrico o a un encharcamiento excesivo del suelo, disminuyen significativamente la producción de materia seca de forraje, del área foliar y de la relación brote/tallo de las plantas de alfalfa; mientras que si hacemos lo mismo pero con un nivel de zinc alto en el suelo, no se provoca esa disminución.

El manganeso es uno de los nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo normal de las plantas. Es clasificado como un microelemento por la cantidad tan pequeña que necesita la planta, pero no así su importancia, pues la necesidad que tiene la planta de manganeso es tan importante como la de nitrógeno o potasio.

Participa en la síntesis de clorofila, asimilación de nitratos, síntesis de vitaminas (riboflavina, ácido ascórbico, y carotina), síntesis de aminoácidos, síntesis de ATP, síntesis de lignina, activación hormonal y división celular. Asimismo, tiene un papel fundamental en la fotosíntesis, respiración, fotolisis del agua, asimilación del dióxido de carbono (CO₂), reacciones de óxido-reducción, activación de enzimas, metabolismo de lípidos, asimilación y transporte de nitrógeno, fósforo, calcio y magnesio; además tiene una gran importancia en la germinación y madurez fisiológica del grano.

El cobre es otro de los microelementos necesarios en un cultivo como la alfalfa, tiene unos efectos fisiológicos sobre la planta: retrasa la caída de las hojas, mejora la fotosíntesis.

El molibdeno es esencial para varias funciones importantes en las plantas:

• Fijación del nitrógeno: el molibdeno es un componente clave de la enzima nitrogenasa, que es responsable de la fijación biológica del nitrógeno atmosférico en una forma que las plantas pueden utilizar, de ahí su importancia en el cultivo de la alfalfa ya que un déficit de este microlemento hace que la fijación de nitrógeno por parte de las bacterias fijadoras se vea reducido.
• Metabolismo de azufre: el molibdeno también está involucrado en el metabolismo del azufre en las plantas. Juega un papel en la conversión de sulfitos a sulfatos, que son componentes importantes de aminoácidos y proteínas.
• Activación de enzimas: el molibdeno actúa como un cofactor enzimático en diversas reacciones metabólicas. Está involucrado en la activación de enzimas que intervienen en la síntesis de ácido abscísico, una hormona vegetal que regula el desarrollo y la respuesta al estrés de las plantas.

Una deficiencia de molibdeno puede tener efectos negativos en el crecimiento y desarrollo de las plantas. Algunos síntomas comunes de deficiencia de molibdeno incluyen:

• Clorosis entre las venas de las hojas jóvenes.
• Reducción del crecimiento y desarrollo general de la planta.
• Acumulación de compuestos tóxicos de nitrógeno en las hojas.

Existen muchos abonos foliares en el mercado, pero no todos son iguales. Pregunta al técnico de la cooperativa cuál es el ideal y qué momento es el óptimo para aplicarlo para conseguir una fertilización 10 de tu alfalfa.

Desde Agropal ponemos a tu disposición para una óptima y completa fertilización de nuestras alfalfas y así poder obtener la máxima producción y rentabilidad:
Megactiv Alfalfa 5-18-18 22S 8Ca
Megactiv Alfalfa 0-20-23 5Mg 8S B
Agropal abona en confianza