Tras una campaña de siembra de invierno marcada por la inestabilidad meteorológica, la cual ha permitido muy pocas ventanas de siembra tanto en cereales como en leguminosas, se abre una nueva oportunidad para finalizar estas siembras.

Siendo estos días un momento propicio para la siembra de una leguminosa como la lenteja, la cual puede ser una muy buena alternativa, tanto agrícola por los múltiples beneficios que aportan en nuestra explotación como económica dada su alta rentabilidad. Todo esto añadido a que nos puede permitir cumplir con algunos de los requisitos de la PAC.

Descripción:

La lenteja (Lens culinaris Medik.) es una planta herbácea anual perteneciente a la familia Fabaceae (Leguminoseae o Papilionidae). Su tallo es delgado y alcanza una altura de entre 15-70 cm, dispone de raíces fasciculadas y sus frutos son bivalvos, conteniendo las vainas de 1 a 2 semillas.

Suelo y Clima:

La lenteja se adapta con facilidad a todo tipo de suelos, aunque prefiere terrenos sueltos, arenosos, calizos y profundos, siendo muy sensible al encharcamiento.

El pH ideal para el cultivo estaría entre un 5,5 y 9, y es muy sensible a suelos salinos.

La lenteja tolera bien la escasez de agua, con unas precipitaciones entre 200 y 250 mm después de la siembra, bien distribuidas en todo el ciclo biológico de la planta, son suficientes para unos buenos rendimientos.

Todo esto hace que sea un cultivo muy bien aclimatado a nuestras zonas agrícolas.

Siembra:

Una buena fecha para realizarla sería en las fechas comprendidas entre el 15 de enero y el 15 de marzo, fechas que nos permitirán un buen control de malas hierbas y una mejor nascencia.

La profundidad ideal de siembra será de 4-5 cm, con una densidad de siembra de 200-300 plantas/m² (80-120 Kg/ha).

Abonado:

La lenteja, como el resto de leguminosas, es una planta poco exigente a nivel de abonado, aunque debemos de hacer los aportes suficientes para que no tenga carencia de ningún nutriente, debiendo tener en cuenta las extracciones medias por tonelada, que son:

10-15 Kg N – 20-30 Kg P₂O₅ – 30-40 Kg K₂O

Estas necesidades, aunque pequeñas, hay que tenerlas en cuenta. Si no abonamos el año que sembramos la lenteja, estamos vaciando nuestra despensa y habrá que considerarlo para cultivos posteriores.

Además de los nutrientes principales, la lenteja necesita aporte de otros nutrientes como son el azufre, manganeso, molibdeno, zinc y boro. Estos micronutrientes pueden ser aportados vía foliar. Existen productos específicos que se pueden aplicar junto a los herbicidas antigramíneos y que cubrirían dichas necesidades logrando muy buenos resultados.

Mediante la relación simbiótica con las bacterias del género Rhizobium se la considera un cultivo mejorante, realizando aportes de nitrógeno de 33 a 77 kg/ha y año.

Malas Hierbas:

La rotación con lenteja en los cultivos de cereal nos va a permitir un excelente control de todas las gramíneas (vallico, bromo, cola de zorra, avena, etc.). Pudiéndose realizar un control químico con productos como el Nervure, Centurion.

El control de dicotiledóneas es más complicado, por lo que será necesario el uso de técnicas culturales (laboreo, rotación de cultivos, aumento dosis de siembra, falsas siembras…), junto con soluciones químicas con productos como Challenge, Cinder, Auros.

Plagas y enfermedades:

• Pulgón: Los pulgones se instalan en hojas y tallos donde produce daños debido a que extraen la sabia de la planta. Los síntomas que se pueden apreciar son muy notables, como la aparición de zonas secas en la planta que van progresando hasta secarla por completo. El pulgón puede poner en peligro la cosecha en el transcurso de muy poco tiempo.
• Gorgojo: El gorgojo de la lenteja (Bruchus lentis) es una de las plagas más importantes en el cultivo y que mayores pérdidas causa tanto en campo como en almacén.
  Ciclo biológico del pulgón: Durante la primavera los adultos del gorgojo salen de sus refugios invernales, volando hacia las plantas de lentejas, alimentándose del néctar y polen de las flores y realizando sus puestas en las vainas según van apareciendo. Una hembra puede colocar en torno a 400 huevos en cada puesta. Estos huevos al cabo de 10 días eclosionan penetrando las larvas en el interior de la semilla de lenteja. El crecimiento del epitelio de la lenteja hace invisible estos orificios de entrada, lo que no nos permite saber si las lentejas están infectadas por este gorgojo. Al cabo de 2-3 días las larvas sufren la primera muda, siguiendo su formación durante un mes y medio en el interior de la semilla, previamente al estado adulto excavan las galerías por las que finalmente saldrán al exterior. Los adultos no se reproducen dentro de las semillas, por lo que pueden permanecer durante el invierno en el interior o salir al exterior buscando abrigo hasta la primavera, teniendo una generación al año.
  Daños causados por el gorgojo: Los daños producidos por el gorgojo de la lenteja pueden suponer importantes mermas en las cosechas, tanto por la disminución de la propia cosecha como del peso específico de las semillas. Además de estas pérdidas directas, existen estudios que vinculan los daños causados por insectos a las plantas de lentejas con el tamaño propio de la planta, lo que supone pérdidas causadas a la hora de cosechar puesto que estas plantas no las puede recoger la cosechadora. Junto a estos daños causados a nivel agrícola se le suman los daños causados en la calidad final del producto, que se ve afectada por la existencia de semillas vacías o con presencia de insectos, lo que supone un problema sanitario para el envasado que impide la utilización de estos lotes.
• Fusarium oxysporum y Fusarium sp. Lentis: Estas dos clases de hongos producen la marchitez vascular que hace que la planta muera. En plantas jóvenes y en floración, los ataques son más intensos y cuando las temperaturas oscilan entre los 18 - 30 ºC.
• Ascochyta fabae: Es el hongo que causa la rabia o ascoquitosis de la lenteja. Produce daños muy considerables en el cultivo y se manifiesta en hojas, tallos y semillas. En las hojas se aprecian los síntomas por la aparición de manchas oscuras y circulares que aparecen en los bordes de las hojas y hacen que estas caigan. Los síntomas en la semilla comienzan con el arrugamiento de la piel, manchas oscuras y finalmente la aparición de micelio blanquecino del hongo. Para un buen control de malas hierbas, plagas y enfermedades se recomienda siempre contactar con el equipo técnico de Agropal, que le asesora sobre los mejores tratamientos y técnicas para maximizar los rendimientos de su cosecha.

Recolección:

La recolección de la lenteja se realizará una vez que haya alcanzado su madurez fisiológica, debiendo tener una humedad inferior a 14 %. Para la recolección no se precisa maquinaria específica, pudiéndose realizar con la cosechadora de cereal. Y, una vez cosechadas las lentejas, es muy importante la desinfección contra el gorgojo para evitar daños y depreciación de su valor comercial.

El Centro de Selección y Envasado de Legumbres Agropal cuenta con todos los medios necesarios para la recepción, selección y envasado de legumbres, además de nuevas naves para el almacenaje y de materia prima y producto final. En estas instalaciones se selecciona, limpia y envasa legumbre de origen nacional de los miles de agricutores socios de Agropal.