El girasol solía ser un cultivo al que no se le abonaba y que debía aprovechar las reservas que el suelo tenía. Estamos viendo que es importante abonar, no solo para obtener una mayor producción, sino para mantener la fertilidad de nuestros suelos.

En la gráfica que presentamos podemos ver las necesidades nutricionales del cultivo del girasol:

• La línea roja representa la absorción de nitrógeno.
• La línea de color anaranjado, la del fósforo.
• La línea de color gris es la línea de absorción del potasio.

Las necesidades de elementos nutritivos varían a lo largo del ciclo del cultivo, así la mayor demanda de nitrógeno se produce desde el nacimiento hasta el estado R1, que sería justo antes de verse el botón floral, por lo que una carencia de este elemento en estas fases iniciales de cultivo provocaría graves disminuciones de cosecha.

Durante el mes siguiente a la floración, las demandas de nitrógeno también son elevadas, llegando a consumir en este periodo la mitad del nitrógeno requerido.

El fósforo también se absorbe en su mayor parte en los primeros estadios; en los primeros dos meses de cultivo se absorbe más de la mitad de las necesidades de fósforo, y tiene un segundo pico de absorción en torno al estadío R6, esto es, cuando los pétalos están secándose.

El potasio es consumido en su mayor parte hasta el estado de plena floración.

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